Estudios indican que es necesaria la tercera dosis para combatir Ómicron

Según estudios científicos recientes, la evidencia preliminar indica que las vacunas contra el COVID-19 pueden ser menos efectivas frente a la infección y la transmisión relacionada con la variante Ómicron del coronavirus, que también conlleva un mayor riesgo de reinfección.

Así lo comunicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) una vez finalizada una reunión extraordinaria que tuvo lugar ayer titulada “¿Qué evidencia tenemos de que Ómicron evade la inmunidad y cuáles serían sus implicancias?” y en la que participaron representantes de la entidad sanitaria mundial, el doctor William Dowling, investigador de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés), Philip Krause, director adjunto de la FDA y científicos del Africa Health Research Institute, el Instituto Karolinska de Suecia, del John Hopkins School of Medicine, el Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical en Hamburgo, del Ministerio de Salud de Israel y de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

En su actualización epidemiológica semanal, la OMS dijo que se necesitan más datos para comprender mejor hasta qué punto puede evadir Ómicron la inmunidad derivada de las vacunas o de una infección previa. “Como resultado de esto, el riesgo general relacionado con la nueva variante de preocupación Ómicron sigue siendo muy alto”, indicó, haciéndose eco de los comentarios realizados por autoridades de la OMS en una sesión informativa en línea el martes.

La reunión llevada adelante fue para analizar uno de los últimos estudios científicos preliminares que preocupó a las autoridades sanitarias y que desliza que las tres vacunas COVID-19 autorizadas por Estados Unidos parecen ser significativamente menos protectoras contra la variante Ómicron del coronavirus recién detectada en las pruebas de laboratorio. Pero una dosis de refuerzo probablemente restaura la mayor parte de la protección, según a un estudio publicado el martes.

El estudio de investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), Harvard y MIT que aún no ha sido revisado por pares analizó sangre de personas que recibieron Moderna (MRNA.O) , Johnson & Johnson (JNJ.N) y Pfizer (PFE.N) ) / Vacunas BioNTech contra un pseudovirus diseñado para parecerse a la variante Ómicron. Los investigadores encontraron neutralización de anticuerpos “baja o ausente” de la variante de los regímenes regulares de las tres vacunas: dos inyecciones de las vacunas Moderna o Pfizer / BioNTech o una de la vacuna de dosis única de J&J.

Pero la sangre de los receptores recientes de una dosis de refuerzo adicional exhibió una potente neutralización de la variante, encontró el estudio. Los científicos también sugirieron que Ómicron es más infecciosa que las variantes anteriores de preocupación, incluida aproximadamente el doble de transmisible que la variante Delta actualmente dominante, que pronto podría ser superada por esta nueva mutación.

Los resultados están en línea con otros estudios publicados recientemente. Investigadores de la Universidad de Oxford dijeron el lunes que encontraron que los regímenes de vacunas de dos dosis de Pfizer y AstraZeneca no inducen suficientes anticuerpos neutralizantes contra la nueva variante.

BioNTech y Pfizer dijeron la semana pasada que un ciclo de tres inyecciones de su vacuna COVID-19 pudo neutralizar la nueva variante de Ómicron en una prueba de laboratorio, pero dos dosis resultaron en anticuerpos neutralizantes significativamente más bajos. En tanto, Moderna y J&J aún no han publicado sus propios datos sobre el rendimiento de las vacunas contra la nueva variante.

Menos Delta y más Ómicron

Por primera vez desde que la variante delta fue clasificada como preocupante en abril, el porcentaje de secuencias delta registradas en la base de datos científica global de GISAID ha disminuido esta semana en comparación con otras variantes preocupantes. Esto debe interpretarse con precaución, ya que los países pueden realizar una secuenciación dirigida para Ómicron y, por tanto, cargar menos secuencias en todas las demás variantes, incluida delta, afirmó.

Sin embargo, delta sigue siendo dominante y representa el 99,2% de las casi 880.000 secuencias cargadas en GISAID con muestras recogidas en los últimos 60 días. No obstante, la tendencia está disminuyendo en la proporción de alfa, beta y gamma, y con la aparición de Ómicron. Del total, unas 3.755, o el 0,4%, eran Ómicron y las otras tres variantes de interés juntas sumaban 401, menos del 0,1% cada una.

La tormenta geomagnética “extrema” del fin de semana fue la más poderosa en 21 años

Fuertes perturbaciones como esta pueden provocar emergencias generalizadas en la infraestructura terrestre, principalmente en las redes eléctricas, que van desde problemas para el control de voltajes hasta el “colapso total”.

La tormenta geomagnética responsable de las auroras boreales que iluminaron este fin de semana el cielo en varios puntos del planeta ha sido la más poderosa registrada en más de 20 años.

La perturbación fue considerada inicialmente como “severa” o G4, la segunda categoría más alta dentro de la clasificación de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). Esta alerta, emitida el pasado jueves por el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA, fue la primera de ese tipo desde 2005.

Sin embargo, la tormenta superó las expectativas iniciales y alcanzó brevemente el grado más alto de la escala (G5), bajo el estatus de “extrema”, al menos dos veces entre el viernes y el sábado. La última vez que la Tierra había experimentado condiciones similares fue en octubre de 2003.

Estas tormentas geomagnéticas son producidas por eyecciones de masa coronal del Sol (CME), cuyos filamentos electromagnéticos pueden dirigirse hacia la Tierra en forma de nubes de plasma y alterar el campo magnético del planeta. En el caso concreto del fenómeno registrado recientemente, que se prolongó hasta las primeras horas de este lunes, las partículas solares cargadas penetraron profundamente en la atmósfera, lo que desencadenó auroras boreales en latitudes mucho más alejadas de lo normal de las regiones polares, afirma el portal LiveScience.

De acuerdo con la SWPC, las tormentas extremas (G5) pueden provocar problemas generalizados en la infraestructura terrestre, principalmente en las redes eléctricas, con incidencias que van desde el control de voltajes hasta el “colapso total” con apagones. Asimismo, podrían presentarse inconvenientes en las operaciones espaciales y dificultades con los satélites. No obstante, en este caso solo se registraron “impactos menores” en las redes, con interrupciones temporales en los servicios de comunicaciones GPS y otros servicios satelitales.

Este fenómeno, considerado como raro, suele suceder durante el pico de actividad del Sol, conocido como ‘máximo solar’, dentro de su ciclo de 11 años. Si bien los científicos no han logrado determinar exactamente cuándo comienza la fase de más actividad, al parecer el astro ya entró en ella. Se había pronosticado que llegaría en algún momento del próximo año y que sería débil, en comparación con los anteriores, pero a medida que avanzaba el actual ciclo solar, el número 25, quedó claro que el máximo llegaría antes, y que sería más poderoso de lo esperado.

Se prevé que el ‘máximo solar’ se prolongará hasta octubre próximo, lo que podría conducir a un aumento de fenómenos como las CME y erupciones solares, así como tormentas de tipo solar y geomagnéticas.



Revelan la conexión entre obesidad y cáncer

El estudio analizó durante cuatro décadas los datos sobre el peso y estilo de vida de 4,1 millones de adultos.

Un reciente estudio reveló que la obesidad podría estar causando cuatro de cada 10 casos de entre más de 30 tipos de cáncer, recoge el diario Daily Mail al citar los resultados de la investigación, dirigida por la Universidad de Lund, en Suecia, que será presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad, evento que tendrá lugar en Venecia del 12 al 15 de mayo.

El estudio, que durante 40 años llevó a los científicos a analizar datos sobre el peso y el estilo de vida de 4,1 millones de adultos, reveló que el papel de la obesidad en la aparición de distintas formas de cáncer es aún mayor de lo que se creía anteriormente.

Resultados del estudio

Durante las cuatro décadas se detectaron 332.500 casos de cáncer entre los participantes, de los cuales 40 % parecía tener una relación con el exceso de peso. Los investigadores examinaron 122 tipos y subtipos de cáncer y lograron identificar una relación con la obesidad en 32 de ellos, lo que supone un aumento de más del doble en comparación con los 13 tipos que habían sido comprobados en 2016 por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.

El estudio también encontró que por cada incremento de cinco puntos en el índice de masa corporal (IMC), aumentan las probabilidades de padecer varios tipos de cáncer comunes, como el de mama, intestino, útero y riñón, en promedios de 24 % para los hombres y 12 % en las mujeres.

Este mismo aumento en el IMC se relacionó con otros 19 tipos de cáncer, como el de intestino delgado, el melanoma y los tumores gástricos, así como los de cabeza, cuello, vulva y pene, elevando el riesgo en 17 % para los hombres y 13 % para las mujeres.

Los científicos creen que la obesidad puede aumentar el riesgo de cáncer debido a mecanismos biológicos como la inflamación crónica, alteraciones en el metabolismo y cambios en los niveles hormonales. La doctora Ming Sun, una de las coautoras del estudio, advirtió que es esencial “la aplicación de medidas de salud pública que permitan y promuevan un estilo de vida saludable, para hacer frente a la epidemia de la obesidad”.

Tormenta solar “extrema”, visible hasta Argentina, provoca grandes auroras polares

Una poderosa tormenta solar seguirá manifestándose en la Tierra este sábado, al día siguiente de que los eventos de mayor energía en dos décadas desencadenaran espectaculares auroras polares visibles desde Gran Bretaña hasta Argentina o Chile, amenazando con cortes en las comunicaciones por satélite y en las redes eléctricas.

La primera de varias expulsiones de plasma y campos magnéticos desde el Sol comenzó poco después de las 16H00 GMT del viernes, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

La NOAA catalogó la tormenta geomagnética como “extrema”, ya que es la más potente desde octubre de 2003, cuando varias explosiones de plasma de la corona solar provocaron apagones en Suecia y daños en la infraestructura energética en Sudáfrica.

En la noche del viernes, las redes sociales se llenaron de fotos de auroras captadas en el norte de Europa y en países del hemisferio sur como Chile, Argentina, Australia o Nueva Zelanda y se espera que el fenómeno continúe el fin de semana.

“¡Acabamos de despertar a los niños para que vean la aurora boreal en el patio trasero! Es visible a simple vista”, dijo a la AFP Iain Mansfield, un asesor político residente en Hertford, en el Reino Unido.

“Tengo la sensación de vivir una noche histórica en Francia”, indicó en tanto Eric Lagadec, astrofísico del Observatorio de la Costa Azul, en la red social X.

La NOAA dijo este sábado que “tormentas de diversa intensidad” persistirán al menos hasta el domingo.

“La amenaza de más llamaradas fuertes y eyecciones de masa coronal [CME, por su sigla en inglés] permanecerá hasta que el gran y complejo cúmulo de manchas solares rote fuera de la vista en los próximos días”, indicó.

Las autoridades pidieron a operadores de satélites, aerolíneas y a encargados de redes eléctricas que tomen medidas de precaución ante posibles perturbaciones causadas por cambios en el campo magnético de la Tierra.

La Agencia Estadounidense de Aviación Civil (FAA) afirmó que “no se esperan consecuencias significativas” en lo que refiere al tráfico aéreo.

- Un impacto en las comunicaciones y en las aves -

A diferencia de las erupciones solares, que viajan a la velocidad de la luz y llegan a la Tierra en ocho minutos, estas eyecciones se desplazan a un ritmo más lento, de 800 km por segundo.

Los campos magnéticos asociados con las tormentas geomagnéticas inducen corrientes en los conductores largos, incluidos los cables, lo que puede provocar apagones.

También pueden tener impactos en la comunicación por radio de alta frecuencia, GPS, en naves espaciales y satélites.

Este fenómeno puede afectar incluso a las palomas y a otras especies que tienen brújulas biológicas internas.

Elon Musk, cuyo operador de internet por satélite Starlink tiene cerca de 5.000 satélites en zonas bajas de la órbita terrestre, describió la tormenta solar como la “mayor en mucho tiempo”.

“Los satélites Starlink están bajo mucha presión, pero aguantan por el momento”, afirmó Musk en la red social X.

El Centro Nacional de Meteorología Espacial de China emitió una “alerta roja” el sábado por la mañana advirtiendo que se espera que la tormenta continúe durante todo el fin de semana ya que afectará las comunicaciones y la navegación en la mayor parte del país, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.

- “Salgan esta noche y miren” -

Un efecto que maravilló a personas en todo el mundo fueron las auroras polares -conocidas como boreales o australes, según el hemisferio- en latitudes donde habitualmente no son visibles.

Mathew Owens, profesor de física espacial en la Universidad de Reading, en el Reino Unido, explicó a la AFP que los efectos serán visibles principalmente en las latitudes norte y sur del planeta y que el alcance exacto dependerá de la potencia de la tormenta.

“Mi consejo es que salgan fuera esta noche y miren, porque si ven una aurora, es algo espectacular”, continuó.

En Estados Unidos, este fenómeno podría observarse incluso en estados como California y Alabama.

Brent Gordon, de los servicios meteorológicos espaciales del NOAA, sugirió tomar fotografías nocturnas con celulares, incluso si la aurora no es perceptible a simple vista. “Te sorprendería lo que puede verse en la foto” captada con los celulares más modernos, afirmó.

Las autoridades recomiendan a la población mantener las medidas habituales frente a posibles apagones, como tener a mano linternas, baterías y radios.

La mayor tormenta solar en los registros es el “evento de Carrington”, ocurrido en 1859, que destruyó la red de telégrafos en Estados Unidos.

Fuente: AFP.